Lugares que históricamente fueron considerados periféricos, hoy es una realidad, que a partir de la descentralización y el desarrollo de la zona norte, Núñez y Vicente López se van convirtiendo a buen ritmo en una nueva centralidad ya que se ubican estratégicamente entre el centro y la zona norte, con excelente accesibilidad.

Estos edificios de plantas libres, flexibles, de unidades chicas que se pueden unificar y con una escala de edificio corporativo de densidad media, con grandes carpinterías entre losas, se incorporan a los barrios residenciales y les dan la oportunidad de incorporar nuevos usos, mezclar actividades y densificarlos. 

Este modelo de crecimiento pone en crisis la rigidez de los códigos, que a pesar de ellos, la ciudad encuentra los intersticios para desarrollarse.